Mis raíces maternas vienen de Portbou y originalmente de Garriguella, en la comarca catalana del Alto Ampurdan, en Girona.
La población de Garriguella, en aquellos tiempos vivían del campo, de las vides y de los olivos.
La baba de mi madre (mi bisabuela) 1860-1939, tenía tierras, "feixas", en los alrededores de Garriguella donde cultivaban viñas.
De como unas ACEITUNAS EN SALMUERA COGIDAS DE UNOS OLIVOS CUYA TIERRA ESTÁ UNIDA A UNA HISTORIA
Al fondo, a la izquierda esta Garriguella |
En la época de la Guerra Civil española, fueron expropiadas por los Republicanos, una de las feixas de la "baba", junto con otras de mas familias, para hacer un aeródromo. Uno de los mas cercanos a la frontera francesa.
Sacado de La Vanguardia |
Éste en concreto le llamaron "Aeródromo de Vilajuïga", que es un pueblo que está cercano a Garriguella. Tenía una longitud de apenas un kilómetro, situado como he dicho, en el termino de Garriguella, pero conocido con ese nombre porque sus mandos se instalaron en el Hotel Central de Vilajuïga, ya desaparecido.
Hoy, en la carretera que va de Rosas a la Junquera, antes de llegar a Garriguella hay una lápida dedicada a un piloto alemán, muerto durante la Guerra Civil, durante muchísimos años bien cuidada y en el aniversario de su muerte, siempre hay flores frescas depositadas a los pies de la lápida. En ella puede leerse en alemán: Aquí cayó el 6 de Febrero de 1939, luchando junto a los Nacionales Españoles Friedrich Windemuth nacido el 2 de Mayo de 1915 en Leipzig
Y aquí viene la historia que os quiero explicar, que en parte viene ligada a la mía, aunque solo sea por la tierra.
Ésta es una historia de guerra, con un trasfondo muy humano.
fotografía propiedad de La Vanguardia |
A principios de Febrero de 1939, las tropas republicanas tenían la orden de replegarse hacia la frontera francesa, a los aeródromos de Celrá, Banyoles, Figueres y Vilajuïga, ya que los nacionales iban ganando terreno y empujándolos hacia el Norte.
En el aeródromo de Vilajuïga, habían unos 30 aviones con la intención de pasar a Francia.
Nuestro protagonista, Josep Falcó, teniente y jefe de la escuadrilla nocturna, fue entrevistado por Josep Payá y publicada la entrevista en la Vanguardia, el 8 de Febrero de 2009 cuando tenía 92 años. De ahí he sacado la información, de la cual tuve conocimiento por casualidad.
Izquierda: Josep Falcó en 2009, con el maletín que pudo salvar de su avión y que le acompaño al exilio- Derecha: Josep Falcó en 1939 en su avión - Fotos propiedad de La Vanguardia |
En uno de sus últimos viajes de Josep Falcó a Cataluña, el teniente coronel de la base aérea del Paní, Robert Plá, le comentó: Le tengo un gran respeto, es un as de la guerra, y a su edad, ser jefe de caza nocturno tenía mérito. Volaban a oscuras, sin ningún instrumento, sin radar. Para aterrizar encendían hogueras para orientarse e identificaban un avión enemigo, por el fuego de los tubos de escape.
Avión republicano Polikaspv I-15 sovietico-http://usuarios.multimania.es/mrvalverde/GC77902.HTM |
Avión alemán Mesersmitchtt Bf 109 -http://www.avionesclasicos.com/Cazas-de-la-luftwaffe/messerschmitt-bf-109.html |
En la entrevista de Josep Playá al Sr. Josep Falcó, éste explica:
Cuando a las 6 de la mañana, apareció en el horizonte un grupo de aviones, se pensó erróneamente que eran refuerzos.
-¡ No, son alemanes, Messers!
Era un escuadrón de caza perteneciente a la Legión Cóndor, equipados con cazas Mesersmichtt Bf 109 (los aviones mas modernos y potentes del momento)
Se organizó una gran batalla y solo pudieron despegar 4 cazas para repeler el ataque. En la refriega, el campo de aviación quedó totalmente destruido.
El último piloto en despegar, fue Josep Falcó con un Polikaspov I-15 sovietico, llamado popularmente "Moscas". Al alzar el vuelo sobre el final de la pequeña pista, se encontró de cara contra un caza alemán. Tuvo que hacer un viraje fuerte para no chocar con él y tras un intenso intercambio de disparos, tuvo la suerte de dar al piloto.
Cuando ya viraba en dirección a la frontera, vió que otro avión alemán perseguía y derribaba a un Gruman Dolphin, casi a ras de suelo.
-Me puse a la cola del Messer y no paré de dispararle hasta que le dí, aunque a mi me obligó a una fuerte maniobra para no chocar y el giro obstaculizó la llegada de combustible al motor, por lo que tuve que aterrizar en una viña.
Nos encontramos frente a frente. Murió él, pero pude haber sido yo.
Falcó volvió al aeródromo y no encontró nada ni a nadie. Todo estaba destruido.
Recogió de los restos de un Me 109 caído, un carnet de paracaidismo a nombre de Hans Nirminger, que pudo ser el piloto del segundo avión con el que luchó.
Después de pasar por campos de concentración y exiliarse en Argelia, en 1964 se instaló definitivamente en Toulouse. No se si vive aún.
Por fin después de muchos años, se atrevió a volver a España. Buscó el rastro de aquel combate, pero apenas si pudo encontrar el viejo aeródromo escondido entre viñas replantadas.
-Localicé la estela Windemuth gracias a un payés, porque yo no sabía de su existencia. Vi la edad de aquel piloto, casi como la mía. Quizás su familia, ni tan siquiera sabe que sigue ahí.
Hizo colocar la lápida y desde entonces Falcó iba periódicamente para cuidarla. Un día descubrió que a su lado habían plantado un ciprés - "que le hace compañía"
Esto nos enseña que en toda guerra o tragedia, igual que puede salir el lado mas oscuro y terrible del ser humano, también puede salir lo mejor y mas puro de él.
Esta historia, desde que tuve conocimiento de ella, por haber pasado donde pasó, y sentirme yo tan ligada al lugar, o simplemente por ella misma, me ha llegado muy hondo y me hace pensar las tragedias humanas que pasan y que no sabremos nunca. Pongo dos fotos que son para mi especiales y es un pequeño homenaje a todos los seres humanos; a los que sufren, a los que dan, a los que reciben, a los que no están y a los que amamos. ¡Y que carambas! a los que no queremos tanto, también.
Las dos fotos están hechas allí, por esto para mí son alegóricas.
La gran lección, es que después de la muerte, siempre vuelve la luz y la vida.
Con el tiempo, las "feixas" que tenía la familia se fueron vendiendo y ahora solo queda una, que es propiedad de mi prima. Han plantado olivos hace cuatro años.
El fruto de una mañana de trabajo |
Cada año vamos todos los primos, mas la descendencia, algunos años nos juntamos bastante familia. Esta bien, pues aunque los olivos crezcan despacio, no por ello dan poco fruto y el trabajo, si somos muchos, se hace mas rápido. Siempre hay carreras para ver quien llena mas el cesto y los pequeños se lo pasan en grande.
Y como todo este tipo de eventos, terminamos con una buena comida. ¡Faltaría mas, después del trabajo!. Luego, pasamos por la Cooperativa Agrícola de Garriguella a comprar Garnacha, que es un vino dulce, típico del Ampurdan y miel, recolectada en los alrededores y que es perfumada y deliciosa.
No dejamos de visitar el cementerio, donde están enterrados nuestros ancestros. Este cementerio es pequeñito y a mi, no se porque, me da mucha paz.
Gusano esfinge de la vid (Eumorpha satelita analis) |
Vamos a por la receta de las ACEITUNAS EN SALMUERA:
Lavar bien las aceitunas y colocarlas en un barreño cubiertas de agua. Se pueden tener así, cambiando el agua cada día, durante 10 o 15 días e incluso mas, dependiendo de lo amargas que os gusten. Cuanto mas días menos amargor tendrán, dependiendo del tipo de aceitunas que se usen.
Hervir agua en un cazo grande, cuando arranque el hervor, parar el fuego y cuando entibie, echar bastante sal y remover para disolverla. Añadir el huevo e ir echando mas sal, hasta que éste suba a la superficie (solo hace falta que empiece a subir). Eso quiere decir, que ya lleva la suficiente sal para hacer la salmuera.
Desechar el huevo y dejar enfriar el agua.
Echar en los tarros los ingredientes que nos gusten, eso va al gusto. Os he puesto los mas clásicos, que son los que normalmente pongo.
Añadir las aceitunas, llenando los tarros hasta arriba. Rellenar con el agua con sal que teníamos reservada, hasta cubrir las aceitunas.
Poner encima un chorrito de aceite, hará una película que protegerá el interior.
Antes de cerrar el tarro, colocar un trozo de papel film entre el cristal y la tapa para que ésta no se oxide.
Guardar los tarros en un sitio seco y oscuro por espacio de 3 o 4 meses, como mínimo.
Hervir agua en un cazo grande, cuando arranque el hervor, parar el fuego y cuando entibie, echar bastante sal y remover para disolverla. Añadir el huevo e ir echando mas sal, hasta que éste suba a la superficie (solo hace falta que empiece a subir). Eso quiere decir, que ya lleva la suficiente sal para hacer la salmuera.
Desechar el huevo y dejar enfriar el agua.
Echar en los tarros los ingredientes que nos gusten, eso va al gusto. Os he puesto los mas clásicos, que son los que normalmente pongo.
Añadir las aceitunas, llenando los tarros hasta arriba. Rellenar con el agua con sal que teníamos reservada, hasta cubrir las aceitunas.
Poner encima un chorrito de aceite, hará una película que protegerá el interior.
Antes de cerrar el tarro, colocar un trozo de papel film entre el cristal y la tapa para que ésta no se oxide.
Guardar los tarros en un sitio seco y oscuro por espacio de 3 o 4 meses, como mínimo.
Recetón y de los buenos. Gran historia Manu.
ResponderEliminarBesos.
Qué ricas las aceitunas y la historia una lección de vida. Un abrazo, Clara.
ResponderEliminarQué historia tan preciosa Manu y la moraleja también, es verdad, después de la muerte nace de nuevo la vida, es así, afortunadamente!!! Precioso lugar y preciosa tradición, reuniros la familia en torno a la mesa y recoger el fruto del trabajo del hombre.
ResponderEliminarEsas aceitunas deben ser un manjar, qué suerte!!!
Que aceitunas mas buenas esas Manu y tu historia de guerra y paz me ha encantado y enternecido!!! Como se suele decir una situación desesperada no tiene porque excusar la violencia desmesurada y este es un buen ejemplo de ello. Bonita historia la de tus antepasados yprecioso lugar!!!
ResponderEliminarUn beso guapa.
Vaya historias oye, mi abuelo siempre me cuenta cosas de la guerra y la verdad que ponen los pelos de punta!
ResponderEliminarLos viñedos estupendos aunq a estas alturas ya peladitos los pobres!!
Y las olivas que ricas, nunca he tenido el gusto de cogerlas del arbol aquí por León los olivos se mueren del frio jeje
1 besin
Me ha emocionado mucho la historia que has contado, es preciosa.
ResponderEliminarYo hago oliva todos los años, éste incluso me he atrevido con la aceitunas en sosa, ya veremos cómo salen. un abrazo.
Ésto de aceitunas en sosa, no lo conozco. Espero lo publiques o expliques. ¿Vale?
Eliminar