Que si, que es verdad, que no estoy de broma!!
Normalmente soy una mujer segura y no tengo problemas a la hora de afrontar las cosas, pero eso era antes de ponerme a escribir sobre este pastel, JA!!, vaya problemón.....
Porque....¿a quien se le ocurre hacer un PASTEL Y COBERTURA CON AROMA DE CHICLE? Pero es que cuando vi unos cupcakes de chicle en el blog de Alma, pensé que tenía que probarlo.
Mis hermanas y mis sobrinas, se rieron a carcajadas de mi. Que si te has subido a la azotea, que si estas como una cabra, que esto será horroroso, que a mi no me lo des a probar.... Bueno! Vaya retahíla de frases que me echaron.... Mi marido y mis hijos, aún peor: ni palabra.
Y como explico el gusto..... porque claro, un chicle puede ser de menta, de fresa, de tutti-frutti... Pues no, el gusto es como el del Bazzoka, ¿os acordáis? pues por ahí va.
Es un bizcocho con sabor a chicle, relleno con una capa de mermelada casera de fresa y una cobertura de queso y mas sabor a chicle. Vamos, ya que lo hacía: un completo de chicle.
Encontré un gel con sabor a chicle, que es la base de toda esta locura. Pero no os penséis, es una locura bien sabrosa.