Mi familia materna proviene del Ampurdán, región al noroeste de Girona. Mi abuela y mi madre eran de Portbou y recuerdo con gran cariño la fiesta de Pascua con mi abuela y mis hermanas haciendo buñuelos. Disfrutábamos muchísimo.
Cuando nos casamos nos pareció muy aburrido seguir la tradición cada una en su casa, así que decidimos instituir la "Buñolada" juntándonos en el mes de Mayo las cuatro hermanas con nuestros 16 hijos, sus respectivas parejas y multitud de nietos que cada año aumentan. Es una autentica fiesta familiar donde los protagonistas son los niños que "achuchurran" la masa, se rebozan en azúcar y potencian los lazos familiares.
Como somos tantos hacemos unos 25 K y para trabajarlos los dividimos en 4 masas separadas. Estas masas nunca quedan con las texturas iguales, pero a la hora de comer todos son riquísimos.
El buñuelo del Ampordà es un dulce que se diferencia de los otros en que la masa es mas consistente, densa y se ponen duros mas rápido. Se pueden congelar, para que mantengan su punto. Esto es lo que hacemos nosotras. Terminados de hacer, desaparece una buena parte de ellos. El resto, cuando llegamos a casa van al congelador.
Ingredientes para mas o menos 6 K:
3 K harina de fuerza
200 g levadura de París
1 K de azúcar
60 g de semillas de anís o "matafaluga"
12 huevos a temperatura ambiente
200 g mantequilla muy blandita para poder trabajarla bien
ralladura de un limón
1/2 l aceite
1/2 l leche
la cantidad de leche y aceite es optativa pues es la masa la que lo pide
Mas azúcar para rebozar los buñuelos
Mas azúcar para rebozar los buñuelos
Prefermento:
Poner sobre el mármol una parte de la harina (200 g) en forma de volcán, en medio la levadura previamente deshecha con un poco de agua a temperatura ambiente. Se amasa hasta que quede unido y que no se pegue a las manos. Pasarlo a un bol con un poco de harina (para que no se pegue), taparlo con un paño y dejarlo reposar hasta que doble el volumen. Mas o menos 1 hora.
Poner sobre el mármol una parte de la harina (200 g) en forma de volcán, en medio la levadura previamente deshecha con un poco de agua a temperatura ambiente. Se amasa hasta que quede unido y que no se pegue a las manos. Pasarlo a un bol con un poco de harina (para que no se pegue), taparlo con un paño y dejarlo reposar hasta que doble el volumen. Mas o menos 1 hora.
Echar el resto de la harina sobre el mármol en forma de volcán.
Amasar y echar los huevos uno a uno y los líquidos a medida de que la masa lo pida. Ha de estirarse, romperse y quedar blando pero sin que se pegue al mármol.
Amasado |
La textura final ha de ser una masa elástica, compacta, uniforme y que no se pegue a las manos.
Pasar esta masa a un recipiente protegido con un gran trapo de algodón espolvoreado de harina, envolver la masa con el trapo y taparla con una manta por encima para que este bien calentita. Dejarlo reposar en un sitio templado hasta que doble el volumen. El tiempo dependerá de el calor y la humedad. Se puede dejar levando toda la noche.
La masa ya levada |
Freírlos en abundante aceite de oliva bien caliente. Escurrirlos en un colador y rebozarlos con azúcar.
Actualmente, a dos de mis semanas y algún sobrino que se apunta a la faena, con la ayuda de algún pequeño pinche, siguen amasando a mano. Les encanta sentir la sensación de la masa entre sus manos y experimentar su textura y sus necesidades. Yo, desde que me operaron la muñeca, hago la masa de mi otra semana y la mía en la amasadora.
mm ay que ricos se ven, creo que los voy hacer, gracias por su receta...
ResponderEliminarHola! Gracias por la receta!!!
ResponderEliminarLa mantequilla la incorporas lo último?
Perdón, ahora veo que no lo he puesto. Gracias por recordarlo. La pongo junto con el, azúcar, la ralladura de limón y el anís. La tenemos muy a temperada y blandita, para que no cueste tanto de amasar y deshacer.
ResponderEliminarBesos