Estos Guisantes con vino blanco y huevo poché, ha sido un plato hecho sin receta ni pensamiento previo. Sencillamente es la época de los guisantes frescos, que aquí tenemos los del Maresme, que son una delicia: dulces como la miel y tiernos, muy tiernos. La época es corta y se ha de aprovechar, aunque no sea un producto barato, pero es algo de lo que no podemos prescindir.
El resto de ingredientes, ha venido solo. Y la verdad es que me pongo las medallas porque ha salido, no bueno, lo siguiente. Increíbles. Ya hemos repetido varias veces y cuando no sea la época, los haré con congelados de buena calidad, aunque de antemano, ya sé que no será lo mismo.
GUISANTES CON VINO BLANCO Y HUEVO POCHÉ
Ingredientes para 4 personas:
600 g guisantes ya desgranados
1/2 vaso de vino blanco de buena calidad
2 cebollas tiernas
50 g mantequilla
sal y pimienta negra
1 ramita de menta fresca
4 huevos frescos, sacados de la nevera 30 minutos antes de usar
Hervir los guisantes con guisantes con poca agua, sal y el ramito de menta, hasta que queden al dente. Colar, refrescándolos para que no pierdan el punto de cocción, guardando el agua de hervirlos.
Poner la mantequilla y la cebolla cortada a cuadraditos pequeños en una cazuela al fuego. Dejar pochar a fuego suave hasta que quede la cebolla transparente. Incorporar el vaso de vino, subir el fuego y dejar que se evapore hasta su casi total desaparición. En ese momento, añadir los guisantes y un cacillo del agua de hervir. Dejar que hierva todo junto unos minutos, rectificar de sal, espolvorear con un pellizco de pimienta negra y mantener caliente mientras hacemos los huevos poché
Para hacer los huevos poché: Poner una olla al fuego con agua a hervir. Cortar un cuadrado de papel film, pintar oda su superficie con aceite (eso evitará que el huevo se pegue a él), introducir el film en una taza de café, de manera que sobresalga por los bordes. Cascar el huevo dentro de él, salar y cerrar, sin que quede aire dentro con la ayuda de un cordel de cocina.
Cuando el agua hierva, introducir el huevo dentro, y reloj en mano, dejar cocer por espacio de 4 minutos. Sacar, cortar el cordel y con cuidado, dejar resbalar el huevo sobre papel de cocina.
Presentar los guisantes calientes en un plato sopero y el huevo poché encima, decorando con una hojita de menta fresca.
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